Como si fuera el último día
de nuestras vidas: ámame suavemente, sin miedo a nada, si miedo a desgastar
nuestros labios, sin importar lo hinchado que quedarán después de largos besos,
pues será un dolor que soportaré con mucho gusto. Ámame como si al amanecer
dejaré de existir y son estos últimos minutos los que nos quedan para disfrutar
de nosotros; quiero que recorras mi cuerpo y firmes con tus besos ese contrato
que establece que soy solo tuya, porque yo ya firmé el mío estableciendo que
soy dueña de tu cuerpo y de tu ser.
Ámame suavemente como si
fuera la primera y última vez, deja plasmado con el mar de tus labios todo lo
que sientes por mí. Hazlo suavemente, de ese modo recordaré los minutos más
felices de mi vida; tómame por la cintura, acércame a ti, acaricia mi mejilla,
mira mis labios, toma mi cara entre tus manos y luego bésame.
Ámame como si después de mañana no habrá labios para besar, ni manos para acariciar, ni cuerpo y piel para sentir...
Hola estas enmorada y muy inspirada es una muy buena entrada felicidades, un saludo.
ResponderEliminarHola Laura, bueno no necesariamente se tiene que estar enamorada jeje es sólo un toque de inspiración. Besos y abrazos para ti!!!
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