domingo, 15 de diciembre de 2013

Un trago de vida.

Ya estoy cansada, siento que ya no puedo más; sus manos no me buscan, sus besos no son los  mismos, sus caricias son frías como el hielo y ya no me mira como antes, no hablamos como antes, no me ama como antes, de hecho pienso que ya no me ama… No puedo seguir intentándolo, su corazón ya no está, tal vez fue la rutina o el poco tiempo que tenía para él. A veces me miente y lo hace tan bien que suelo creerle o tal vez soy yo la que quiero creer esa farsa que sale de su boca, porque no quiero pelear, no quiero discutir, quiero llevármela bien; como quisiera devolver el tiempo atrás, porque de veras lo Amo muy a pesar de su distancia, de su ausencia, de su orgullo…


Él era un trago de vida para mí del cual no podía dejar de beber, gracias a sus besos desaparecía mi sed, eran mí oasis en medio del desierto, realmente me llenaban de vida, pero sus labios se durmieron, se secaron... A dónde se fueron esas tardes de risas, besos y caricias compartidas, en dónde están, en dónde se encuentra esa mirada que me dejaba sin aliento sintiendo que en cualquier momento caería al suelo por mis estúpidas piernas temblorosas, me dejaba hipnotizada e incluso olvidaba respirar… me estoy quedando seca, sin aliento, sin vida, porque tristemente el amor se ha ido, ya no esta.