Mi almohada húmeda gracias a las lágrimas
derramadas, mi rostro hinchado por tanto llanto, mi nariz congestionada por la
misma tristeza y mi corazón latiendo tan lento por el dolor que me inunda. No
se que rayos hice mal?? No creo que deba merecerme esto.
Realmente llega un momento en el que es inevitable
no llorar, son tantas cosas... Quiero dejar todo e irme, ya el aire esta tan
contaminado con problemas que se me dificulta respirar, estoy enferma de todo
esto; no quiero en mi vida un lago sin corriente y con agua estancada. Es una
desesperación que llega en un instante pero que se apodera de mi como si
llevará días, meses...
El frío ayuda a que te deprimas mucho más, y es que
por mas que te abrigues sigues sintiéndolo quemandote por dentro. No se por qué
me llegan estos instantes de desesperación justamente cuando todo marchaba
bien; es una angustia que sólo puedes calmar con la droga más potente: el AMOR,
sentimiento natural que al ser introducido en el organismo altera su
funcionamiento; con la cual lamentándolo mucho no todos (allí me incluyo)
podemos adquirirlo por estar en peligro de extinción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario