martes, 1 de julio de 2014

Miradas Deseosas.

 Tomar un vuelo para llegar a mi destino, cansada, agotada hasta los poros  por esperar casi 10 horas; las expectativas no eran muy buenas, solo quería descasar y en un momento pensé en regresar, salir por la puerta de embarque y dejar atrás el estúpido aeropuerto, pero a la final me quede hasta que pude abordar. Al día siguiente sólo quería que las cosas salieran estupendas después de tanto stress acumulado, y fue más que eso; en el momento en el que te vi con tu camisa de cuadros color azul y esa barba desaliñada ggrrrrrr olvidé todo el horror que había vivido para estar parada donde me encontraba.

Las miradas entre nosotros empezaron sin perder tiempo, el vernos me excitaba no lo voy a negar, pero no fue suficiente como para que te acercaras, que esperabas? que lo hiciera yo? No soy tan liberal como para aventarme hasta donde estabas, soy una dama, esperaba que tú dieras el primer paso. A lo largo de la noche y bajo una llovizna, la música seguía sin parar, y el olor a mar, la hermosa vista de la ciudad iluminada hacían que perdiera el hilo de donde me encontraba, y ahí estaban otra vez tus ojos, el estar a cinco metros de ti me resultaba desesperante pero no podía acercarme, necesitaba que lo hicieras, que mierda te pasaba?

El hecho de que no tuvieras los pantalones bien puestos para iniciar una conversación o simplemente sacarme a bailar me obstinaba, por un momento me puse de mal humor, pero luego desvié la mirada y me olvide de ti, seguí bailando bajo la lluvia junto a mis amigos y haciendo caso omiso a las miradas furtivas entre ambos; total, necesito a un hombre decidido, con convicción, carácter, valiente y no uno que se acobarda de hacer lo que quiere sintiéndose intimidado o sacando de una vez por todas conclusiones imprevistas. Y así fue como lo dejé ir, olvidando que me había gustado y que estaba dispuesta a hacer lo que nunca me hubiese imaginado, sólo con él, sólo esa noche…




No hay comentarios:

Publicar un comentario