viernes, 15 de febrero de 2013

Desesperación por instantes.


Mi almohada húmeda gracias a las lágrimas derramadas, mi rostro hinchado por tanto llanto, mi nariz congestionada por la misma tristeza y mi corazón latiendo tan lento por el dolor que me inunda. No se que rayos hice mal?? No creo que deba merecerme esto. 


Realmente llega un momento en el que es inevitable no llorar, son tantas cosas... Quiero dejar todo e irme, ya el aire esta tan contaminado con problemas que se me dificulta respirar, estoy enferma de todo esto; no quiero en mi vida un lago sin corriente y con agua estancada. Es una desesperación que llega en un instante pero que se apodera de mi como si llevará días, meses... 


El frío ayuda a que te deprimas mucho más, y es que por mas que te abrigues sigues sintiéndolo quemandote por dentro. No se por qué me llegan estos instantes de desesperación justamente cuando todo marchaba bien; es una angustia que sólo puedes calmar con la droga más potente: el AMOR, sentimiento natural que al ser introducido en el organismo altera su funcionamiento; con la cual lamentándolo mucho no todos (allí me incluyo) podemos adquirirlo por estar en peligro de extinción.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario